La ida de las semifinales del Apertura 2024 en la Liga MX ha dejado un sabor agridulce para los aficionados, con dos partidos que evidenciaron las virtudes y carencias de los equipos en contienda. La liga sigue siendo un reflejo de la pasión futbolística, pero también un espejo de las inconsistencias que aún afectan al balompié mexicano.

En San Luis, el equipo local dio un golpe sobre la mesa al imponerse 2-1 a Monterrey. Los potosinos demostraron por qué han sido una de las revelaciones del torneo, con un planteamiento dinámico que supo capitalizar los errores de los Rayados. Un gol tempranero encendió la euforia en el Alfonso Lastras, y aunque Monterrey logró empatar con una gran jugada colectiva, San Luis no perdió la compostura. Sin embargo, la vuelta será un desafío monumental para los potosinos. Monterrey cuenta con una plantilla que no solo es profunda, sino también experimentada en remontadas en instancias clave. Lo que preocupa de los Rayados no es su calidad técnica, sino su aparente vulnerabilidad defensiva en momentos cruciales, algo que su técnico deberá corregir con urgencia.

Por otro lado, el “Clásico Joven” entre América y Cruz Azul fue un empate a cero que, aunque no ofreció goles, tuvo intensidad y algunos momentos de buen fútbol. Cruz Azul, el favorito natural por su contundencia ofensiva y su sólida campaña, se encontró con un América bien ordenado tácticamente. La máquina logró controlar gran parte del partido, pero le faltó precisión en el último toque, mientras que las águilas, fieles a su tradición de lucha, defendieron con uñas y dientes. El empate deja todo abierto para la vuelta, donde ahora Cruz Azul tendrá la ventaja del Estadio Ciudad de los Deportes, pero América, históricamente ha demostrado que no teme a los escenarios adversos.

Lo que resalta de estos enfrentamientos es la disparidad en las fortalezas y debilidades de los equipos. Mientras Monterrey y Cruz Azul destacan por su poderío ofensivo, San Luis y América brillan por su orden táctico y su resiliencia. Estas semifinales han puesto de manifiesto que en el fútbol mexicano, las etiquetas de favoritos suelen desvanecerse cuando el balón rueda.

La vuelta promete emociones y definirá no solo a los finalistas, sino también a los discursos sobre qué equipo representa mejor la actualidad del fútbol mexicano. ¿Será la fuerza económica y técnica de Monterrey? ¿La tradición ganadora del América? ¿La garra del San Luis? ¿O el renacimiento de la maquinaria del Cruz Azul? Solo el tiempo y los goles tendrán la última palabra.