Estoy convencido de que México necesita más deportistas y atletas, y menos diputados y senadores. Propongo que los 107 deportistas de la delegación mexicana que participaron en París 2024 ganen lo mismo que los diputados federales, quienes, según datos oficiales, tienen una dieta de 75 mil 600 pesos mensuales, además reciben viáticos, apoyo para trabajos legislativos y pago de asesores, en el caso de los atletas, estos pagos serían para entrenadores, de estos conceptos se suman aproximadamente 150 mil pesos mensuales. Además, propongo que los ganadores de medallas olímpicas en tiro con arco, clavados, judo y boxeo ganen lo mismo que un senador, cuyos ingresos son, como dice el clásico, “pachones”. Si dudan de lo que hablo, vean las camionetotas en las que se transportan, los restaurantes donde comen y beben, las corbatas, relojes y bolsas de mano que se compran y lucen en el Senado.

Considero que muchos ciudadanos, como un servidor, estaríamos más conformes si el dinero que pagamos en impuestos se destinara al mantenimiento, preparación y apoyo a nuestros deportistas de alto rendimiento y no a los legisladores que se dedican a pelearse y descalificarse. Parece que más que legislar, quieren estar en un reality show.

La triste realidad es que en México las becas deportivas van de los 6 mil a los 55 mil pesos mensuales. El tabulador de becas económicas a deportistas de alto rendimiento son únicamente para deportistas que obtengan uno de los 16 primeros lugares en la prueba olímpica que desempeñan. Estas van desde los 9 mil pesos mensuales para el lugar 16, hasta 55 mil pesos para el deportista que consiga medalla de oro en su disciplina.

Rechazo el odio que se destila en las redes sociales en contra de nuestros deportistas. Es imposible seguir todas las competencias. En las que he visto, ya sea en directo o diferidas, salvo excepciones, nuestros representantes dieron sus mejores puntajes, marcas y tiempos. Nada que reprocharles. Es impresionante el nivel de algunos atletas y cuánto han evolucionado la técnica y la tecnología deportiva. A esos niveles, la diferencia es mínima.

No soy ingenuo, está claro que el deporte de alto rendimiento en cada disciplina está controlado por mafias e intereses económicos, pero de ello, los deportistas no tienen la culpa.

Ana Gabriela Guevara fue una excelente atleta, orgullo de México, pero se convirtió en una pésima servidora pública. Pasó de ser una heroína deportiva a ser el personaje más detestado del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Equivocadamente pensé, como muchos otros, que ella, al haber padecido todos los sinsabores, carencias y obstáculos de la burocracia deportiva, estaría del lado de los deportistas y se jugaría el puesto a favor de sus colegas. No fue así. Eligió el poder.

Como todo nuevo gobierno y al inicio de cada ciclo olímpico, Claudia Sheinbaum tiene la posibilidad de apoyar realmente a nuestros deportistas de alto rendimiento, terminar con las mafias deportivas y la corrupción. Lo primero que debe hacer es destituir a Ana Gabriela Guevara de la Conade, que tanto daño le ha hecho a nuestro deporte.

El oro es para los dioses, la plata para los héroes y el bronce para los hombres.

X: @onelortiz