Los Juegos Olímpicos de París 2024 han sido una demostración contundente de las capacidades y el espíritu de lucha de los atletas mexicanos, pero también han puesto en evidencia las profundas deficiencias en el apoyo institucional brindado por la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE) bajo la dirección de Ana Gabriela Guevara. Los resultados obtenidos, aunque valorables, reflejan una realidad preocupante sobre el estado actual del deporte en México y la gestión deportiva del país.

Desde que Ana Gabriela Guevara asumió la titularidad de la CONADE, se han suscitado numerosos problemas que han afectado directamente a los atletas. La falta de recursos y apoyo ha sido una constante, obligando a muchos deportistas a buscar financiamiento alternativo para poder competir. Esto no solo es un reflejo de una mala administración, sino que también pone en riesgo el desarrollo y crecimiento de futuros talentos deportivos en México.

El hecho de que atletas como Prisca Awiti en judo y el equipo de tiro con arco, compuesto por Alejandra Valencia, Ana Paula Vázquez y Ángela Ruíz hayan logrado medallas, habla más de su determinación personal y sacrificio que del respaldo recibido por parte de la CONADE. Es inaceptable que deportistas de alto rendimiento tengan que depender de patrocinios privados o trabajos adicionales para poder representar a su país en la arena internacional.

Ana Gabriela Guevara ha reconocido que los resultados obtenidos en París 2024 no son los esperados. Sin embargo, esta declaración parece ignorar la raíz del problema: el escaso apoyo y las políticas ineficaces de la CONADE. Los atletas mexicanos han sido abandonados, y en algunos casos, incluso amenazados, lo que crea un ambiente adverso para su desarrollo y desempeño.

Es urgente que se realice una revisión a fondo de la gestión de la CONADE y se implementen cambios significativos para garantizar que los atletas reciban el apoyo necesario. Esto incluye financiamiento adecuado, entrenamiento de calidad, instalaciones apropiadas y un entorno libre de amenazas y presiones indebidas. El talento y la determinación de los deportistas mexicanos no pueden ser suficientes por sí solos para competir en igualdad de condiciones con otros países que sí brindan un respaldo integral a sus atletas.

Los logros de Prisca Awiti y el equipo de tiro con arco deben ser celebrados, pero también deben servir como un llamado de atención. México tiene el potencial para ser una potencia deportiva, pero esto solo será posible si se establece un compromiso real y efectivo con el desarrollo del deporte en todos los niveles. Es tiempo de que la CONADE y su titular asuman la responsabilidad de su gestión y trabajen para corregir las deficiencias que han quedado expuestas en estos Juegos Olímpicos.

En conclusión, los Juegos Olímpicos de París 2024 han sido un espejo que refleja tanto la grandeza de los atletas mexicanos como las fallas estructurales de la administración deportiva del país. Es imperativo que se tomen medidas inmediatas para garantizar que los deportistas no solo lleguen a competir, sino que lo hagan con las mejores condiciones posibles. Solo así se podrá honrar verdaderamente el esfuerzo y dedicación de aquellos que representan a México en el escenario más grande del deporte mundial.

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