En la noche del martes, el Estadio Etihad se convirtió en el escenario de un partido que pasará a la historia de la UEFA Champions League. El Real Madrid, en una muestra más de su hegemonía en la competición, logró una victoria de ensueño frente al Manchester City, terminando el encuentro con un marcador de 2-3 en la ida de los playoffs de la edición 2025. Este duelo no fue solo un partido; fue una confirmación de que el Real Madrid tiene un don especial, una especie de magia que se activa especialmente en noches europeas.

Desde el pitido inicial, el Manchester City, con su estilo de juego bien orquestado por Pep Guardiola, dominó la posesión y buscó constantemente romper la defensa merengue. Erling Haaland, la estrella noruega, no tardó en demostrar su peligro, poniendo el 1-0 en el marcador a los 19 minutos. Sin embargo, este gol no fue más que el prólogo de una batalla épica. El Real Madrid respondió con el corazón y la calidad que lo caracterizan. Kylian Mbappé, en su continuo ascenso como uno de los mejores delanteros del mundo, igualó el marcador a los 60 minutos, demostrando que el Madrid nunca está fuera de ninguna contienda.

El partido parecía encaminado a un empate cuando, en el 80, Haaland volvió a hacer gala de su letalidad desde el punto penal, llevando la ventaja momentánea al City. Pero el Real Madrid, con su historia de remontadas en Champions, no se amilanó. Brahim Díaz, el héroe inesperado, marcó el empate a los 86 minutos, y cuando todo apuntaba a que la igualdad sería el resultado final, Jude Bellingham, con un instinto depredador, sentenció la victoria en el tiempo añadido.

Este partido no solo fue un escaparate de talento individual, sino también de la estrategia y la mentalidad ganadora. Carlo Ancelotti, con su sabiduría en el banquillo, demostró una vez más por qué es uno de los técnicos más respetados en el fútbol mundial. La capacidad del Real Madrid para adaptarse, para no rendirse y para encontrar soluciones cuando todo parece perdido, es algo que pocos equipos pueden replicar.

Para el Manchester City, este resultado es un golpe duro, especialmente en casa, donde siempre se espera que dominen. Sin embargo, Guardiola sabe que la serie aún está abierta. El City tiene la capacidad de remontar; su plantilla está llena de jugadores de clase mundial. Pero la pregunta es, ¿podrán superar esta demostración de carácter y coraje del Real Madrid?

Este encuentro no solo fue un partido de fútbol; fue una lección de historia y de cómo se construyen las leyendas. El Real Madrid demostró que, incluso en un momento de transición, con jugadores nuevos y sin algunas de sus figuras históricas, el espíritu de la Champions sigue vivo en cada fibra del club. La mística de las ‘Noches Mágicas’ sigue siendo una realidad palpable para los madridistas, quienes, partido tras partido, ven cómo su equipo se transforma en un gigante imbatible en Europa.

En resumen, lo que vimos en el Etihad no fue solo un partido; fue una afirmación de que el Real Madrid, en la Champions League, es algo más que un equipo. Es una institución que sabe cómo escribir historias épicas. Ahora, con la vuelta en el Santiago Bernabéu, se espera otro capítulo emocionante en esta rivalidad que se ha convertido en una de las más fascinantes del fútbol moderno. La serie está lejos de estar decidida, pero lo que es innegable es que el Real Madrid ha dejado claro que, en esta competición, nunca hay que dar por muerto al equipo blanco.