En el mundo del deporte y de las transmisiones televisivas, pocas cosas son tan impredecibles como los cambios en la propiedad de los derechos de broadcasting. Fox Sports México, una vez un gigante en la difusión de eventos deportivos en el país, está enfrentando una crisis que podría alterar el paisaje del deporte en la televisión y en las plataformas digitales.
La situación se agravó a finales de 2024 cuando se hizo público que Fox Sports México había perdido los derechos para transmitir la NFL en México debido a problemas financieros y pagos atrasados. Esta pérdida fue solo el comienzo de una serie de eventos desafortunados. Informes de diferentes medios, incluyendo The Guardian, señalaron que la crisis financiera de la empresa había llegado a un punto crítico, llevando a demandas de varias ligas a las que Fox Sports debía dinero, incluyendo la Premier League, la Concacaf y la Liga MX.
La Premier League, una de las ligas más vistas en México, está en riesgo de perder un contrato de televisión que podría valer alrededor de £100 millones, después de que Fox Sports fallara en cumplir con sus obligaciones de pago. Este problema no solo afecta a Fox Sports sino también a los clubes de la Premier League, quienes dependen de estos ingresos para sus operaciones y desarrollo.
La crisis también ha tenido implicaciones directas en la experiencia del aficionado. El precio de Fox Sports Premium, el servicio de streaming de la cadena, aumentó a 149 pesos mensuales a partir de enero de 2025, justo después de perder los derechos de la NFL. Este incremento, anunciado mediante un correo a los suscriptores, fue visto por muchos como una paradoja, considerando la reducción del contenido disponible.
Además, equipos de la Liga MX como León y Pachuca han anunciado que sus partidos serán transmitidos en la plataforma de streaming Tubi, lo que indica una dispersión de los derechos de transmisión que podría complicar la vida a los seguidores del fútbol mexicano. La WWE, otro contenido estrella de Fox, también se ha movido a Netflix para el año 2025, dejando a Fox Sports con menos atractivos para sus suscriptores.
La crisis de Fox Sports en México podría tener varias consecuencias. En primer lugar, hay una clara reestructuración en el mercado de los derechos deportivos, con competidores como Televisa, ESPN y DAZN posicionándose para adquirir los derechos que Fox Sports ya no puede mantener. Esta redistribución podría llevar a una fragmentación mayor de los contenidos deportivos, haciendo que los fans necesiten acceso a múltiples plataformas para ver todo lo que desean.
En segundo lugar, esta situación pone en relieve la fragilidad de las cadenas de televisión en un mundo cada vez más digital. La tendencia hacia el streaming y la demanda de contenido a la carta se aceleran, y las empresas de medios deben adaptarse o enfrentar consecuencias similares a las de Fox Sports México.
Finalmente, para Fox Sports, si no logra estabilizar su situación financiera, podría enfrentar una reestructuración mayor o incluso una salida del mercado mexicano, dejando un vacío que otros estarán ansiosos por llenar. Este es un momento de reflexión para la industria del deporte y los medios en México, observando cómo las decisiones financieras pueden cambiar el acceso a los deportes y la experiencia del aficionado en el país.