El Club América ha iniciado el Torneo Clausura 2025 de la Liga MX con la misma ambición que le ha caracterizado en los últimos años: la búsqueda de un hito histórico. Las Águilas, tras un 2024 de ensueño donde consiguieron el tricampeonato, ahora se enfrentan a un desafío aún mayor: convertirse en el primer equipo en lograr un tetracampeonato en la era de los torneos cortos.
El inicio de este nuevo torneo no ha sido diferente a lo esperado de un equipo que ha dominado el fútbol mexicano recientemente. En su primer partido, visitaron a Querétaro y, aunque se optó por un equipo alternativo, el resultado fue favorable. Esta estrategia, que ya había mostrado buenos resultados en el pasado, permitió que los titulares tuvieran un descanso adicional y se prepararan para enfrentamientos más duros a lo largo del torneo. Esta victoria inicial no solo suma puntos en la tabla, sino que también envía un mensaje claro: América no está aquí para participar, sino para ganar.
El objetivo del tetracampeonato no es solo un sueño o una meta para los aficionados; es una realidad que los jugadores han asumido con seriedad. Rodolfo Cota, portero del equipo, ha declarado públicamente la intención del plantel de ir por el cuarto título consecutivo, subrayando la seriedad con la que enfrentarán cada partido y competencia este año. Esta mentalidad ganadora ha sido palpable tanto en las declaraciones como en el desempeño en el campo.
Sin embargo, la obtención de un tetracampeonato no es tarea fácil. La Liga MX está llena de equipos que también tienen sus propias aspiraciones. Cruz Azul, Toluca, Monterrey y Tigres se perfilan como los principales contendientes que podrían truncar el sueño azulcrema. Cada uno de estos equipos ha reforzado sus plantillas y cuenta con directores técnicos experimentados listos para desafiar el dominio del América. Toluca, por ejemplo, con Antonio Mohamed al mando ha mostrado una mejoría significativa, mientras que los equipos regiomontanos siempre son un dolor de cabeza para cualquier aspirante al título.
Además, hay que considerar el desgaste físico y mental que implica jugar al máximo nivel por varios torneos consecutivos. La gestión de la plantilla será crucial. André Jardine ha demostrado ser un estratega capaz de rotar el equipo sin perder competitividad, pero la profundidad del plantel será puesta a prueba. Las bajas confirmadas de Illian Hernández y Javairo Dilrosun implican que el equipo deberá adaptarse sin dos jugadores que, aunque no titulares fijos, aportaban versatilidad y opciones tácticas.
Otro punto a considerar es el escenario donde América jugará sus partidos como local. Con el Estadio Azteca en remodelación para el Mundial 2026, las Águilas tendrán que acostumbrarse a nuevos ‘nidos’. El Estadio Ciudad de los Deportes es la opción principal, pero el club ha insinuado la posibilidad de llevar partidos a otras sedes dentro de México, lo cual podría afectar la dinámica del equipo y su afición.
En conclusión, aunque América parte como favorito para continuar con su hegemonía, las circunstancias y los rivales no lo harán fácil. La historia está en juego, pero cada partido será una batalla. El inicio del torneo ha sido prometedor, pero el camino hacia el tetracampeonato será largo y lleno de desafíos. Si el América logra mantener la consistencia, la mentalidad ganadora y gestionar bien su plantel, el cuarto título consecutivo podría no ser solo un sueño, sino una realidad tangible. Sin embargo, en el fútbol, como en la vida, nada está garantizado hasta que el árbitro pita el final.