Era 20 de abril del 2011, uno de los mejores equipos de la historia se enfrentaba al Real Madrid de Mourinho
La guerra sucia fue la estrategia del Club Blanco, el entrenador portugués bombardeó con toda su maquinaria de medios a los blaugranas
Específicamente a Pep Guardiola, que después respondió con su conferencia de prensa más famosa: “Él es el puto jefe, el puto amo”.
Pero me voy a quedar con esta frase que dijo en ese mismo momento: “Nosotros nos conformamos con victorias más pequeñitas, las cuales provocamos la admiración del mundo”.
Así es el Barça. Otros pueden tener más Champions, mas fama, o lo que quieran, pero no tendrán este estilo, y mucho menos este futbol.
Como no teníamos manera de verlo, mi abuelo me llevó a una cantina (apenas tenía 13 años y no sé cómo le hizo para que me dejaran entrar) a ver la final de la Copa del Rey; él en contra de mi equipo.
Esa tarde vi aquel increíble gol de Cristiano Ronaldo contra Pinto. “Así es el futbol”, me dijo mi abuelo cuando vio mi cara triste. Y sí, lo entendí.
14 Años más tarde ya tengo edad para entrar a una bar y de beber, hasta me pasé. En todo ese tiempo, los blaugranas perdieron otra final ante el odiado rival. Además de por supuesto, todos los golpes en Champions.
Ese pasado ya quedó atrás, porque unos niños se plantaron en uno de los escenarios más difíciles, aguantaron la presión mediática que hicieron con los árbitros y ganaron el primero de tres que prometen.
Reconozco que el Madrid no lo hizo nada fácil. Kylian Mbappé es una bestia diferente. Sin embargo, cuando las cosas se pusieron más difíciles y cuando su equipo no lo arropó como acostumbraban, Lamine Yamal le dijo a todos: soy el mejor jugador del mundo.
