La actual directora de la CONADE, órgano de gobierno encargado del fomento al deporte, lleva meses dentro del ojo del huracán por declaraciones realizadas en contra de deportistas y por estar involucrada en investigaciones sobre peculado y desvío de recursos.
Basta dar un salto a Google y teclear su nombre para notar la gran cantidad de notas que rememoran declaraciones contra el equipo de natación artística a quienes Guevara negó apoyos, retiró becas, las tachó de chantajistas y las invitó a que vendieran calzones o donde el actual doble medallista Osmar Olvera le pedía a la CONADE que le fueran pagadas sus becas.
Pero hoy, Guevara vuelve a estar en el centro de la conversación pues de escuchaba como una de las posibles opciones para seguir en la CONADE, aunque no contaba con la astucia de Nelson Vargas, otro que como ella, pero en tiempos de Vicente Fox, fue investigado por peculado, por enriquecimiento ilícito y quien hoy es conocido como ‘el señor de las albercas’, pues posee un imperio de centros de entrenamiento de esta disciplina.
Vargas y Guevara están cortados por la misma tijera, son ambos un monumento a la impunidad y a la corrupción, que ambos hoy deseen dirigir la CONADE y llevar uno de los temas más nobles que la administración pública posee, no muestra más que su ambición y falta de empatía para con los deportistas y con el deporte nacional.
Nelson quiere retirarse bajo el resguardo del apoyo, que presume, tiene de la presidenta electa Claudia Sheinbaum y para esto ha comenzado a decir que él sería la opción para dirigid, de nuevo, la CONADE.
Aves de mal agüero fueron y son para esta emblemática institución. Esperemos que la decisión de la presidenta no vaya a beneficiar el favor de estos que se han aprovechado ya mucho del deporte.
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