El futbol nos deja historias increíbles. Este es un caso único, un ‘juvenil’ que la estaba rompiendo, resultó que estaba suplantando la identidad de su hermano muerto, y aún así lo llevó a la Selección.

Así es, no es sacado de una película. Esto sucedió con Gabriel Montaño. Futbolista boliviano que, hasta hace poco, jugaba para el Club Aurora.

Ahora todo se vino abajo, pues le cacharon todas sus trampas. No solo a el jugador, sino que el equipo sudamericano también va a tener un castigo ejemplar. Veamos lo que pasó.

Descubren que un brillante juvenil se ha estado haciendo pasar por su hermano muerto

Gabriel Montaño era jugador del Club Aurora en Bolivia. El principal problema era que tenía 25 años cuando sus papeles decían que era de 20.

Pero vamos poco a poco. Montaño ‘nació en 2005′, debutó con las inferiores de Aurora a los ‘14′ años. No tuvo grandes partidos, pero de a poco llamó la atención.

Todos decían que era una gran promesa, a sus 20 años tenía grandes condiciones para jugar. Incluso lo llevó a la Selección de Bolivia en 2024.

Sin embargo, se destapó la cloaca. Le descubrieron que se hacía pasar por su ‘hermano’ fallecido y que no tenía 20, sino 25 años. Bueno lo de lo su prójimo puede que no sea real.

Entonces, ¿por qué se cambió el nombre? Cuando era menor, participó en un torneo juvenil. Es decir, ya estaba registrado oficialmente, y para que pudiera jugar de cachirul, tuvo que modificar su nombre, el real es: Diego Hernán Montaño Moizan.

Ahora que lo cacharon, no podrá pisar una cancha de manera profesional por 2 años. Además, al Club Aurora le quitaron 33 puntos y sus directivos los suspendieron 3 años, por permitir lo visto.

Caso Gabriel Montaño recuerda a los cachirules en la Selección Mexicana

En 1988, La Selección Mexicana tenía una cita en el Mundial Sub-20. Todo estaba listo, hasta que los periodistas: Alfredo Ruiz y Antonio Moreno descubrieron que varios jugadores eran mayores de lo permitido.

Los nombres eran José Luis Mata, Aurelio Coreano Rivera, Gerardo Jiménez y José de la Fuente. La FIFA, al principio, los castigó con no ir a la Copa del Mundo juvenil.

Sin embargo, Rafael del Castillo, presidente de la Federación de ese entonces, fue a intentar arreglar las cosas y le fue peor. El castigo subió a que la Selección Mexicana no pudiera ir al Mundial de 1990.