Adriano Leite Ribeiro, o simplesmente Adriano, como era conocido en el terreno de juego, pintaba para convertirse en un referente para Brasil, pero una dura lesión y la muerte de su padre cambiaron por completo su carrera.

Además de figuras como Ronaldinho, Kaká o Ronaldo, el futbol brasileño vio nacer la carrera de Adriano, un delantero zurdo que, además de su habilidad para marcar goles, tenía una velocidad increíble y una potencia como ningún otro.

Sin embargo, así como su carrera despegó en un par de años, todo se vino abajo cuando entró en depresión tras la muerte de su padre y hoy en día se le ve en las favelas de Brasil tomando con sus amigos.

Adriano, de la élite del futbol a tomar alcohol en las calles de Brasil

Después de debutar con el Flamengo, Adriano emigró al Calcio, donde alcanzó su mejor nivel como futbolista y consiguió ser convocado con la selección nacional de Brasil.

En 2004, Adriano fue vital para que el Scratch Du Oro se impusiera a Argentina en la gran final de la Copa América, ya que marcó un gol en el último minuto para enviar el encuentro a penales.

En aquella edición del torneo continental, El Emperador no solamente fue importante en la final, sino que fue el máximo goleador del certamen con 7 anotaciones y también fue reconocido como el Jugador Más Valioso.

Adriano fue un referente de la Selección de Brasil

Aunque ese torneo parecía el inicio de una espectacular carrera, unos días después Adriano recibió una llamada en la que se enteró de que su padre sufrió un infarto al miocardio, por lo que entró en una fuerte depresión.

Adriano: Su regreso a Brasil y una ruptura en el tendón de aquiles

Luego de enterarse de la muerte de su padre, Adriano reconoció que “perdió el amor por el futbol” y esto se reflejó en su carrera como jugador, pues de ahí su desempeño cayó drásticamente.

Aunque siguió jugando en Italia, en particular con el Inter de Milán, por algunos años más, posteriormente regreso al futbol brasileño con el Flamengo.

Pese a que en el balompié de su país volvió a mostras destellos de su calidad, en 2011 sufrió una ruptura en el tendón de aquiles.

Después de recuperarse, El Emperador jugó unos años más en Brasil y terminó por retirarse en el Inter de Miami FC de Estados Unidos, en 2016.

Si bien recientemente se le vio tomando en las favelas, se dice que su fortuna aún es muy grande debido a lo que ganó como jugador y las ganancias que tiene de invertir en bienes raíces.